Tú y tu salud mental


La salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la adultez y la vejez.

¿Qué es la salud mental?

La salud mental es parte de nuestra salud general, e incluye bienestar emocional, psicológico y social. Tiene que ver con la forma en que pensamos, sentimos y actuamos al enfrentarnos a la vida, así como a manejar el estrés, relacionarnos con los demás y llevar nuestra vida en el día a día.

La salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la adultez y la vejez.


¿Qué son las enfermedades mentales o trastornos psicológicos?

Las enfermedades mentales son condiciones que pueden afectar la manera de pensar, el humor y el comportamiento. Pueden ser ocasionales (agudos) o de larga duración (crónicos). Pueden afectar tu capacidad de relacionarte con los demás y funcionar cada día. Los problemas mentales son comunes, más de la mitad de toda la población será diagnosticada con un trastorno mental en algún momento de su vida. Sin embargo, hay tratamientos disponibles. Las personas con trastornos de salud mental pueden mejorar y muchas de ellas se recuperan por completo.


¿Hay tipos de trastornos mentales?

¡Claro que sí! Las enfermedades mentales son tan diversas como las personas, pero según el área afectada las podemos clasificar en distintos grupos. Los más frecuentes en los adultos son:

  • Trastornos psicóticos o Psicosis: Esquizofrenia, trastornos de ideas delirantes, o trastornos psicóticos agudos o transitorios, como psicosis por cannabis o por cocaína. Este tipo de trastornos merecen un post aparte para hablar de ellos.
  • Trastornos afectivos o del humor: en esta categoría entran todas las enfermedades del ánimo, ya sea por “exceso de ánimo” (manía) o “falta de ánimo” (depresión), y el trastorno bipolar que alterna entre “subidas” y “bajadas” de ánimo. No olvidar que normalmente existen variaciones del ánimo y lo normal es tener días más alegres y más tristes, esto no es un trastorno bipolar sino que una reacción normal a una vida que es siempre cambiante. Cuando estos cambios son intensos, brucos, y general malestar o deterioro importante, podemos hablar de un trastorno del ánimo propiamente tal.
  • Trastornos de ansiedad: La ansiedad es un componente normal de la vida, y es una reacción absolutamente funcional a algo que nos produce algún tipo de malestar o miedo (si yo veo un león es totalmente normal sentir ansiedad porque mi vida corre peligro). Cuando esta ansiedad pasa los límites normales y es desproporcionada al estímulo podemos hablar de un trastorno de ansiedad (si yo tengo que hacer la compra y eso me produce una ansiedad intolerable eso es totalmente anormal ya que la compra no supone ningún peligro real para mí).
  • Trastornos reactivos o adaptativos: Un trastorno es “reactivo” cuando tiene una causa que lo produce (si mueren mis padres y yo entro en una depresión, esto es reactivo al duelo que estoy pasando). Aquí podemos encontrar reacciones a estrés agudas, crónicas, dificultad en la adaptación, o el trastorno por estrés post traumático.
  • Trastornos de la personalidad: La personalidad es la forma en que nos relacionamos con el mundo y las personas que nos rodean. Hay una infinidad de factores que moldean nuestra personalidad, desde la “programación genética” hasta los estímulos ambientales, nuestra infancia, la forma de crianza, etcétera. La personalidad no se termina de formar hasta pasada la adolescencia (+-21 años), por lo que no podemos hablar de un trastorno de personalidad en niños (¡aunque muchas veces se vea bastante claro!). Los patrones de personalidad se convierten en algo disfuncional, y por lo tanto en un trastorno, cuando nos dificultan la forma de relacionarnos con los demás y llevar una vida normal (como los problemas en las relaciones sentimentales que nos trae una personalidad dependiente, o en el trabajo una personalidad evitativa, o los conflictos de una personalidad con inestabilidad emocional).
  • Trastornos mentales debidos al consumo de drogas o descontrol de impulsos: Aquí tenemos todas las alteraciones que provengan del consumo de drogas que cambien la forma de pensar o la función del cerebro directamente, como por ejemplo el alcoholismo o la adicción a cannabis. También entra en esta categoría los distintos tipos de adicciones y dependencia a sustancias o a conductas como la ludopatía o la vigorexia.
  • Trastornos mentales orgánicos: Hay problemas mentales que aparecen después de una lesión cerebral, o un trastorno degenerativo, o algo en la estructura del cerebro que nos lleva a una afectación mental como las previamente descritas. También puede ser secundario a demencias o enfermedades como el hipo/hipertiroidismo, el aumento o disminución de corticoides en el organismo, después de cirugías, o por infecciones de todo tipo.

¿Por qué es importante la salud mental?

La salud mental es tan importante como la salud física. De ella depende el uso que hagamos de todo nuestro potencial, ya sea para enfrentar el estrés de la vida, tener relaciones sanas, trabajar o tener una familia. No olvidar que los trastornos mentales pueden aumentar el riesgo de problemas de salud física, como accidente cerebrovascular, diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas.


¿Qué puede afectar mi salud mental?

Prácticamente todo: los factores genéticos, las experiencias de vida positivas y negativas, el estilo de vida saludable (o no), y las medidas que podamos tomar como meditación o tratamiento psicológico. Con el tiempo la salud mental puede cambiar y afectarse, por eso hay que estar atento y cuidarse diariamente.


¿Cuáles son las señales de tener un problema de salud mental?

Como hablamos de emociones puede ser difícil a veces saber qué es normal y qué no. Ante todo, confía en tus instintos: si sientes que algo anda mal en tu salud mental, pide ayuda. Si tu entorno se preocupa por ti, pide ayuda y déjate ayudar. A veces no nos damos cuenta de lo mal que estamos porque la misma enfermedad no te deja ver lo mal que estás.


¿Qué debo hacer si creo que tengo un problema de salud mental?

Pide ayuda y déjate ayudar. Recuerda que la salud mental es siempre tu propia responsabilidad, y mientras tú no estés abierto a estar mejor el tratamiento no será tan efectivo. Recibir ayuda no es debilidad, al contrario, es fortaleza: se requiere ser fuerte para hacerte cargo de tus problemas y tus emociones.


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